“¡Para sacar a la luz toda su belleza, comencemos por liberar el cuerpo de las mujeres!” proclamaba Simone Pérèle, una joven visionaria y pionera, allá por 1948, cuando abría en París un pequeño taller de corsetería. Su visión, crear lencería para mujeres trabajadoras de mentalidad independiente que, como ella, valoran la feminidad y la libertad. Auspiciada en los 60 por la revolución feminista y la búsqueda de la igualdad de derechos por parte de las mujeres, Simone crea el emblemático sujetador «Soleil», moldeador de encaje de nailon y copas puntiagudas y que se anticipa al deseo de feminidad y emancipación de la mujer de la época.
Ahora, 75 años después, la firma francesa sigue cultivando su saber hacer en materia corsetera y tanto su historia como su legado, aportan una enorme riqueza y profundidad al proceso creativo, al tiempo que siguen el pulso de la vida, las necesidades y los sueños de las mujeres. Más allá de la lencería, Simone Pérèle busca conectar profundamente con las mujeres y abrazarlas allí donde están. “Las mujeres nunca deberían tener que elegir entre estar cómodas y sentirse bellas. Pueden tenerlo todo«, aseguraba la diseñadora mientras sentaba las bases de lo que es hoy en día la firma que lleva su nombre.
La mujer, en el centro
Respetar el cuerpo de una mujer y ayudarla a sentirse bien en su piel es el punto de partida de cada una de sus colecciones, que toman forma en piezas de calidad excepcional adaptadas a todo tipo de cuerpos y fisonomías, y que, con el paso de los años, han ido perfeccionado en ese exquisito equilibrio entre artesanía de corsetería y estilo. Atención meticulosa a cada curva, cada puntada, cada silueta, cada tejido cuidadosamente seleccionado. Múltiples pruebas y fittings para garantizar un ajuste perfecto a los distintos tipos de cuerpo. Cada creación ha sido concebida por mujeres, para mujeres en un proceso que precisa de tiempo (hasta 18 meses puede durar el proceso entre su concpeción y su lanzamiento), en el que cada detalle se perfecciona y cada paso está impulsado por la pasión por el arte del ajuste perfecto y el amor por la belleza exquisita expresada en detalles delicados.
Vanguardia creativa
Desde hace 75 años, Simone Pérèle está a la vanguardia de la creación de lencería que se anticipa a la evolución de la vida y los deseos de las mujeres, comprendiendo su corazón y su cuerpo, dándoles confianza en sí mismas, apoyándolas con empatía y delicadeza, y dejándolas libres para abrazar lo que les gusta. Ya en los años sesenta, Simone Pérèle intuyó que las mujeres querían sentirse femeninas y libres. Las copas puntiagudas del modelo «Soleil», confeccionadas con encaje de nailon, despertaron el interés de las mujeres por un nuevo tipo de lencería. Tiempo después, ya en los noventa, diseñadores como el célebre Jean Paul Gaultier se sentirían inspirados por esta icónica creación que se abría paso entre la corsetería de la época.
En los años setenta, en plena revolución feminista, el emblemático sujetador «Pétale» de Simone Pérèle cautivó a las mujeres con su silueta sin costuras, invisible e inalámbrica. Año tras año, los diseños de Simone Pérèle han ido evolucionando junto con los cambios sociales y las necesidades y deseos siempre cambiantes de las mujeres. A principios de la década de 2000, Simone Pérèle introdujo en el mercado la tecnología «espaciadora» con el lanzamiento de su colección Andora. El innovador tejido tridimensional (3D) revolucionó la comodidad y el ajuste con sus copas suaves, transpirables y como una segunda piel.
El primer sujetador 3D Spacer tardó tres años en perfeccionarse, pero la familia Pérèle creía en él. Sabían que cambiaría el panorama de la lencería y aportaría un nuevo nivel de comodidad y bienestar a las mujeres que buscaban algo nuevo, y así fue. Los sujetadores Andora se convirtieron en un icono y siguen siendo un éxito de ventas.
Una historia familiar
En nuestros días, con la 3ª generación familiar al frente, Simone Pérèle encarna la diversidad de las mujeres inspiradoras y de espíritu libre que desean sentirse bien con su cuerpo y afirmar sus convicciones. Stéphanie Bujard Pérèle y Mathieu Grodner, nietos de la fundadora, continúan con la herencia de esta maison única, con el objetivo de perpetuar sus valores. En 2017, bajo el impulso de Mathieu Grodner, la marca se lanzó al encuentro de sus clientes abriendo cerca de 30 boutiques en solo 3 años.
Stéphanie Bujard Pérèle, convencida de que la marca debía acompañar a las mujeres en todos los momentos de su vida cotidiana, lanzó en 2014 colecciones de homewear, ropa deportiva y trajes de baño. Dio a la marca una fuerte dirección artística con la llegada de Maud Friaucourt en 2020, que ancló definitivamente Simone Pérèle en un ADN de moda.
Toutes nos félicitations Simone Pérèle, et à 75 ans encore !