“Es audaz. Es atrevido. Está hecho para que te muevas. Es SARDA”. Con esta frase definitoria, la casa lencera Sarda, renombrada así el pasado verano dentro de su plan estratégico dirigido a reposicionar la marca, presentaba su colaboración junto al célebre festival de música electrónica Tomorrowland, que anualmente se celebra en la localidad belga de Boom, y que tomará forma de colección cápsula de siete prendas versátiles pensadas para lucir en cualquier día, momento, y ocasión.
Así, fusionando la tradición artesanal y el saber hacer en materia fashion de la casa lencera y el espíritu de libertad y creatividad del festival musical, además del ánimo de ambos actores por reinventar las reglas y potenciar la expresión personal, esta colección, que se lanzará el próximo mes de abril, constará de 7 piezas totalmente negras entre las que habrá bodies, tops y pantalones con formas favorecedoras y líneas gráficas inspiradas en la estética art-deco y natural de Tomorrowland.
Esta acción colaborativa se enmarca en el plan de la firma de íntimo perteneciente al grupo belga Van de Velde para impactar sobre un público más juvenil y dinámico y en su objetivo de “democratizar” la marca y redirigir nuevos públicos a los puntos de venta detallistas especializados donde se distribuye.
Apertura en Ibiza
Además, en este sentido, Sarda, que el pasado verano traspasó sus dos negocios a puerta de calle en Madrid y Barcelona a PIITT Lingerie, ha informado de sus planes en materia de distribución, acordes a su nueva estrategia de mercado, y que pasan por la apertura de un establecimiento en Ibiza el próximo verano.
Ubicado en Ibiza Gallery, un nuevo espacio comercial de lujo ubicado en Platja d´en Bossa y que está en la actualidad en construcción y que prevé operar entre seis y siete meses al año, coincidiendo con la temporada alta, turísticamente hablando.
Un proyecto a medio plazo
El reposicionamiento de la marca Sarda, un proyecto estratégico que se viene gestando desde hace dos años, se inició con el cambio de denominación, la incorporación del amarillo chillón como nuevo color corporativo y una nueva forma de comunicarse con su público objetivo que, según relata la diseñadora Nuria Sarda a Modaes, “ahora el objetivo de comunicación va a partir de veinte años y hasta los cuarenta, largos”. Además, también según informaciones del diario económico de la moda, la firma también ha reducido sus precios de salido, que se encuentran entre los 70 euros de un sujetador y los 30 de las bragas, habiendo introducido también velocidad a su modelo de distribución con diferentes drops dentro de las dos temporadas comerciales tradicionales, reforzando, asimismo, la apuesta por el baño, que alcanza hasta el 43% de las ventas en la época estival. Además, para adaptarse a la demanda de su nueva clienta, la marca ofrece ahora prendas “más fáciles y cómodas” y es más inclusiva en tallas, llegando hasta la copa F en algunos modelos.
Aunque, según asegura Sardá a Modaes, “la acogida del nuevo producto ha sido buena”, el reposicionamiento tardará en completarse. De hecho, la creativa sostiene que “serán necesarios un mínimo de cinco años para que se consolide”.
