En 1993, tras haber tenido que echar el cierre a su primera aventura empresarial, Bailarina, un emprendedor, de nombre José Miguel Ferrer, fundaba Gisela con una idea clara; crear una marca de lencería para una nueva generación de mujeres libres, independientes y seguras de sí mismas. Ahora, 31 años después y bajo la dirección de la segunda generación familiar, Gisela pisa el acelerador con un ambicioso plan de expansión que pasa por el refuerzo de su canal digital, la apertura de nuevas tiendas, tanto propias como a través de corners en grandes almacenes, la internacionalización del negocio, además de planear diversificar su oferta con la entrada en a la moda streetwear.
Así, según hemos tenido conocimiento a través del diario económico de la moda, Modaes, la firma malagueña prevé sumar nueve tiendas propias a su red comercial en el plazo de los próximos tres años (en la actualidad cuenta con una tienda propia y una franquicia). Concretamente, según la información, la empresa prevé abrir cinco establecimientos el próximo año y, si bien no concreta las ubicaciones, Iván Ferrer, el actual consejero delegado asegura que “empezaremos por España, priorizando ciudades como Madrid, Málaga, Sevilla o Valencia, la zona del Levante español y la zona del Mediterráneo”. Además, los planes de la empresa pasan por dar el salto internacional y alguna de estas nuevas aperturas se ubicará, previsiblemente, en Italia.
En paralelo, la firma prevé aumentar el número tanto de franquicias (aún por determinar el número) así como de corners que la marca opera en grandes almacenes. En la actualidad, Gisela opera a través de 45 en El Corte Inglés, tiene presencia en 80 centros de la cadena mexicana Liverpool y acaba de comenzar a trabajar con una cadena suiza. “Todavía hay que ver el número de nuevas franquicias y corners que nos gustaría abrir”, asegura el ejecutivo al diario económico, quien también concluye que “Sentíamos curiosidad por crecer y saber hasta dónde podemos llegar con la empresa; queremos crear una marca que sea conocida ya que en el sector de la ropa interior no hay tanto especialista que haga cosas que sientan bien y, además, sean bonitas”.
Asimismo, con el objetivo de aumentar la facturación de la compañía y alcanzar los 30 millones de euros en el plazo de tres años, la marca prevé la diversificación de su cartera de productos, actualmente centrada en la moda íntima, el baño, el homewear y los accesorios, para lo que entrará en el segmento streetwear a partir del año próximo.