No todos los días se cumplen 100 años. Ni las personas ni las empresas. Y cuando lo hacen, se celebra, y mucho. Este es el caso de ZD Zero Defects, la firma de moda íntima que, bajo el nombre textil Ze.De.S.A., cumple en estos días tal efeméride. 100 años. ¡Felicidades y enhorabuena!
Pero, hagamos un poco de memoria. La historia nos ubica en pleno corazón de Mataró, una ciudad dormitorio a las afueras de Barcelona y que en la década de 1920 se erigió como el epicentro de la industria textil española, amparada por la sustitución del trabajo manual por la industrialización.
Era una época dorada para el sector y en la localidad barcelonesa, en pleno centro, uno de cada tres edificios albergaba un taller textil o una empresa dedicada al género de punto. Hoy en día ZD Zero Defects sigue allí, cual rara avis en un sector que poco a poco fue desapareciendo o emigrando, ya fuese a polígonos industriales en las afueras o mucho más lejos, una vez llegada la globalización y la consiguiente deslocalización de la industria. “Es el mercado, amigo”, que dirían algunos políticos hoy en día.
Pero la de ZD Zero Defects es una historia diferente. Es la historia de una firma de esas que se dicen, como de las personas, “hechas a si mismas”. Mucho ha llovido desde que comenzase su andadura comercial bajo la marca Caracol, dedicada a la confección de ropa interior de caballero. Pero lo que no ha cambiado es la manera de entender su dimensión empresarial y su vínculo con la localidad que le vio nacer. Y es que es una marca fuertemente arraigada a Mataró y son muchas las familias enteras de la localidad que han trabajado y desarrollado su carrera profesional entre las máquinas que cada día confeccionan miles de calzoncillos, calcetines, bragas o camisetas listas para ser vestidas en todo el mundo.
En los años 70, tras una fuerte inversión en lo que hoy llamaríamos I+D, ZD Zero Defects fue pionera en comenzar a utilizar algodón elástico en sus prendas y pocos años después, tras una ambiciosa campaña publicitaria en televisión a nivel nacional (que ganaría un Premio Sol de Plata) , sus productos comenzarían a causar furor entre el público. Otros hitos en la historia de la compañía nos hablan de los ochenta, una época de constante crecimiento o llegados los 90 el boom de su línea atlética, auspiciados por el efecto “Barcelona olímpica”.
Con una filosofía centrada en fabricar la mejor ropa interior, de calidad y confort máximo, en 2012 se produjo la segunda gran revolución para la empresa y también porqué no, para el sector, incorporando la fibra de soja a la ropa interior. Una suerte de visión eco sostenible que hoy en día el sector premia y que pasa por una filosofía que responde más al modelo slow fashion que a la industrialización masiva. Hoy en día, y a pesar de haber entrado desde años en el mercado femenino con la introducción de una línea de básicos de interior para mujer cómodos y agradables al tacto, y de haber internacionalizado su presencia en el mercado global, el proceso de producción sigue respondiendo a unos altos estándares de calidad y supervisión de cada proceso, de cada técnica y de cada prenda, que se hace de forma manual, artesanal y que marca la diferencia en el resultado final del producto.
100 años de moda “km 0” que decimos ahora. ¡Y a por otros cien! Muchas felicidades.
