- El pasado año se cumplió la 25ª edición de la pasarela. ¿Cuál ha sido su evolución en todo este tiempo?
En la edición pasada tuvimos un impacto mediático muy importante. La crisis de salud pública supuso un menor aforo, pero desde el Cabildo de Gran Canaria hicimos un gran esfuerzo en comunicar y dar a conocer lo mejor y lo máximo posible las colecciones de baño que se presentaban en la Semana de la Moda de Baño. En cuanto a la evolución, ya estamos incluidos en la Alianza Europea de la Moda y hemos estado presentes en la Semana de la Moda de Berlín; y son este tipo de acciones las que están encaminadas a consolidarnos como plataforma europea de swimwear, nuestro objetivo indiscutible.
- ¿Cómo se refleja esa evolución en la industria textil canaria y en las marcas locales que en ella participan?
El Cabildo de Gran Canaria tiene su marco competencial en la isla de Gran Canaria. Pero tenemos datos positivos de la Estrategia de Desarrollo Industrial de Canarias. Según este documento hay un crecimiento del número de empresas de la industria textil de casi un 40% en la década que va de 2009 a 2019. La institución insular también dispone de datos positivos, como el crecimiento en la facturación de las empresas en un 28% con respecto al año 2019. Todas las cifras, en realidad, reflejan que el trabajo en comunicación y en promoción está dando sus frutos y que el programa institucional de Gran Canaria Moda Cálida, como apoyo al sector, está funcionando.
- Por sus condicionantes (ubicación, idiosincrasia, condicionantes fiscales, aduanas, etc.) la comercialización de las marcas y colecciones siempre ha sido un hándicap. ¿En qué medida la plataforma GCMC y la administración ayudan a minimizar este hecho?
Es evidente que la insularidad es sinónimo de muchas virtudes, pero tiene un coste para nuestras empresas, tanto para importar material, maquinaria o contratar personal, por ejemplo, como a la hora de comercializar sus productos fuera, como usted dice, y efectivamente, lo tiene para nuestras marcas. Las políticas del Cabildo como institución insular atienden las dificultades que genera la insularidad de muchas formas, pero las condiciones fiscales o la política de aduanas se escapan a nuestra competencia; no obstante, sí hemos trasladado los problemas y necesidades de nuestro sector a todas las administraciones competentes en esa materia. Entretanto todo lo que aporta GCMC a las empresas es una forma de paliar ese hándicap, desde las subvenciones para adquirir material o programas de software para el patronaje y diseño, o para mejorar la imagen de marca, a las becas de formación para contar con estudiantes de prácticas, o la presencia de las marcas en catálogos sectoriales hasta la participación en eventos internacionales.
- ¿Cuál es el impacto (económico y social) de la industria textil y de la moda en la región?
Como le comenté, nuestro marco competencial se suscribe a Gran Canaria, y actualmente estamos redactando un estudio precisamente sobre el impacto del sector en la isla y el de nuestro principal evento: La Semana de la Moda de Baño. Se trata de un estudio que se enmarca en el proyecto europeo Interreg Mac “ModaMac”, del que somos líderes, que propiciará no sólo un conocimiento profundo del sector de la región de la Macaronesia sino que además promueve la colaboración entre los territorios de nuestra región ultraperiférica, los que compartimos esa realidad de la que hablábamos antes en términos de insularidad, para precisamente mejorar la capacidad exportadora del sector de la moda en el espacio de cooperación para incrementar su competitividad, y fortalecer los canales de producción, promoción y distribución de productos de moda existentes y abrir potenciales vías de distribución de productos de moda en el mercado exterior.
- A nivel internacional, uno de sus mayores retos desde hace años, la pasarela está consolidando su imagen participando activamente en ferias como Maredamare o impulsando acuerdos de colaboración como con la Semana de la Moda de Berlín. ¿Están estas acciones teniendo réditos a nivel comercial?
Hace dos ediciones que participamos en la feria Maredamare, y ya tenemos una alianza de cooperación que supone impulsar la presencia de Gran Canaria Moda Cálida en la Feria y que, del mismo modo, Maredamare tenga también un espacio en nuestra Semana de la Moda de Baño. En cuanto a Berlín, presentamos nuestra plataforma y a partir de ahí se ha generado un diálogo con otros Fashion Council europeos, y se ha cerrado la presencia de firmas alemanas en nuestra pasarela. Y sí, desde el principio la asistencia de nuestros diseñadores a estos eventos ha generado nuevos acuerdos comerciales para ellos, así como ampliar su red de contactos para la fabricación o la compra de material.
- Además, acaban de adherirse a la European Fashion Alliance para promover un ecosistema próspero, sostenible e inclusivo en la industria de la moda ¿En qué se traduce esto?
Pertenecer a la Alianza Europea de la Moda posiciona a nuestra pasarela en el mapa europeo de la moda, nos incluye en el circuito profesional de pasarelas y de forma simultánea nos permite promocionar nuestra isla como un destino turístico muy vinculado a nuestra ropa de baño; pero fundamentalmente, es que son valores que compartimos y promovemos desde esta institución insular a través del proyecto que nos distingue, el proyecto“Ecoisla”, que busca transformar nuestro territorio para las generaciones futuras y del que por supuesto también forma parte el sector de la moda.
- ¿Qué novedades encontraremos en la próxima edición de la pasarela? En relación con las firmas participantes, ¿cuántas serán? (proporción locales, nacionales, internacionales…). ¿Y en cuanto a actividades paralelas?
En esta edición 2022 contaremos con cuatro firmas emergentes, 19 nacionales y 9 internacionales. Preferimos no distinguir entre nacionales y locales, porque las firmas canarias que participan en la Semana de Moda de Baño ya desfilan en la pasarela Mercedes Benz Fashion Week o asisten a Ferias nacionales e internacionales, así que deja de tener sentido la distinción.
- En un contexto como el actual (económico, geopolítico, social, etc.), ¿cómo cree que puede afectar a la competitividad de la industria y marcas grancanarias?
El producto que ofrece Gran Canaria es un valor añadido siempre. Un producto que es diferente, porque se produce aquí, porque está vinculado con el destino, porque es artesanal y de máxima calidad. Y finalmente porque es un producto con identidad propia, y el cliente cada vez valora más todo esto. Otro asunto es cómo ha afectado al sector tanto la pandemia como la inflación generada por el conflicto bélico reciente, que desde luego ha tenido consecuencias para todas las empresas, máxime cuando lo que nos determina es la insularidad.
- Digitalización y sostenibilidad son otros de los retos a considerar. ¿En qué medida está trabajando en ambos ámbitos?
En las convocatorias de subvenciones dirigidas a apoyar a las empresas grancanarias valoramos aspectos como la sostenibilidad y la digitalización. Ello ha supuesto que ya todas las marcas estén en entornos virtuales. Además, en la convocatoria de participación de la Semana de la Moda de Baño se incluyen criterios a cumplir relacionados con estos aspectos. Es decir, se promueven ambos aspectos porque nos caracterizamos precisamente por propiciar la creación de pequeñas empresas con pequeños talleres que ofrecen un bañador o bikini de máxima calidad y producido de forma sostenible.
- Finalmente, un reclamo para que ningún actor del sector se pierda la próxima cita…
Les diría que en nuestra Semana de la Moda de Baño vamos a disfrutar de las primicias en colecciones de baño, y este año, con una variedad de nacionalidades importante: desde Alemania, a Dinamarca, España, Colombia, Israel, Suecia, Reino Unido o Italia; a esto, y al ambiente que conlleva de por sí un evento de moda, hay que unirle el hecho de que se celebre en una isla maravillosa como es Gran Canaria. Es una cita que nadie se debe perder.
