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Impetus lidera la revolución textil en el mundo del íntimo

Con su colección Impetus Revive, la firma apuesta por la innovación en su firme compromiso hacia una moda más ecológica y respetuosa con el medioambiente, y la sociedad en general.

Que la moda es una de las industrias con mayor impacto social y medioambiental es un hecho más que plausible y contrastado, arrojando magnitudes como que es el segundo sector en consumo de agua a nivel mundial, que genera el 20% de las aguas residuales y entre el 8 y el 10% de las emisiones globales de carbono o que es la responsable directa de la liberación de más de medio millón de toneladas anuales de microfibras sintéticas en los océanos, entre otras cifras, declaradas por la Comisión Económica de la Organización de las Naciones Unidas en reunión en su sede en Ginebra en 2018. 

En ese ambicioso camino, Grupo Impetus, que si bien desde su fundación ahora ya hace 50 años, ha optado siempre por mantener un política activa, y proactiva, en la materia, ha dado un paso adelante en lo que a política de responsabilidad corporativa se refiere, incluyendo en sus estrategias de negocio políticas firmes y decididas en aras de proteger a la sociedad y el medioambiente. «Nuestro propósito es vestir al mundo con prendas que se sientan como una segunda piel y que se ajusten a un futuro sostenible para todos» aseguraba en comunicado de prensa Ricardo Figueiredo, presidente del Consejo de Administración del Grupo Impetus y que marcó el inicio de una serie de colecciones con los que la marca está posicionándose en la actualidad como agente del cambio en la industria de la moda íntima.

La última de estas colecciones es Impetus Revive, una colección de loungewear que, más allá de ser una línea de prendas cómodas, prácticas y de cortes relajados aptos para el día a día, supone un movimiento, personal, hacia un estilo de vida más consciente y ecológico gracias a su confección que emplea una combinación de algodón de GEC (Good Earth Cotton®) en el 70%,  y N-LYFE, un hilo producido por la empresa portuguesa a partir de un 30% de residuos industriales de corte de la propia marca, reciclado, positivo para el clima y que ofrece una segunda vida a otras prendas de Impetus.

Colección Impetus revive

Por su parte, el algodón Good Earth Cotton® es el primer algodón cultivado de forma y sostenible en el mundo que garantiza que durante la producción se fija más carbono del que se libera, a través de un moderno programa de agricultura regenerativa que capacita a los productores mundiales, las comunidades y los miembros de la cadena de suministro textil como agentes de cambio a través de un enfoque ambientalmente beneficioso para el algodón y la agricultura mundial.

Además, este algodón es 100% trazable, desde su plantación hasta el producto final, suponiendo un salto cualitativo en cuanto a producción eficiente y totalmente transparente. En este sentido, la colección Revive incorpora en el etiquetado de las prendas un código QR a través del cual los consumidores pueden consultar, gracias a la tecnología FibreTrace®, el paso a paso del viaje del producto a través de un mapa interactivo con cada una de las ocho fases del proceso, desde la producción de la materia prima en la granja de cultivo, al producto finalizado, y que incluye los procesos: agricultura (en origen), residuos postindustriales, ya en Portugal, hilado, inspección de bobinas de hilo, proceso de tejido, teñido, estampado y acabados, corte y costura, logística y almacén.

La trazabilidad es esencial para que podamos mantener unas normas estrictas de fibra y producción. Con este hilo, el consumidor puede estar seguro de que está comprando una prenda hecha con algodón 100% carbono positivo”, aseguran desde Impetus, que enmarca esta innovación en un modus operandi que siempre ha puesto la sostenibilidad en el punto de mira a través de cuatro pilares estratégicos: priorizar el uso de materiales sostenibles, la optimización de la eficiencia energética, la promoción de la circularidad en la industria y la transparencia en todo el procedimiento productivo.

Así, todos los procedimientos corporativos son cuidadosamente concebidos y ejecutados con el objetivo de reducir la huella medioambiental y el consumo de energía, hechos refrendados a través de iniciativas notables, como el uso de una flota de vehículos eléctricos, el aprovechamiento del calor de las máquinas de tejer para calentar las áreas de trabajo, la instalación de paneles solares y la compra de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables certificadas y rastreables, así como la instalación de un centro de monitoreo de energía eléctrica, gas y agua, y  la implementación de sistemas de tratamiento y valorización de residuos, comprometiéndose a promover la sostenibilidad en todas las etapas de su proceso de producción, desde la elección de materiales de bajo impacto ambiental hasta el desarrollo de productos que minimicen los impactos ambientales y sociales.

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